26.-Silvio Rodríguez –> Abracadabra


¿Cómo leer en bicicleta?
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¿Cómo leer en bicicleta?

mano¿Quiénes somos? || manoIMAGEN Blog || mano 16 enero 2009

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rotulo instántaneas

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§

INSTANTÁNEAS DE LA CIUDAD.
por Miguel Ángel Tenorio


¬ Miguel Ángel Tenorio, dramaturgo y contador de historias
que ha hecho televisión y radio y ha impartido
numerosos talleres de dramaturgia, creación
literaria y lectura en voz alta por todo el país.

umgHoy presentamos: “ASÍ DE FUGAZ EL PARAÍSO”

Él sale de casa de la hermana de ella, transido por la emoción. Es la una de la mañana y camina por Avenida Cuitláhuac, Eje 3 Norte, rumbo a Vallejo, en el límite de las Delegaciones Gustavo A. Madero y Azcapotzalco, a esperar un taxi que lo lleve a su casa, que no queda lejos. Cómo le hubiera gustado quedarse ahí con ella hasta el amanecer, hasta el día siguiente, hasta toda la vida. Bueno no, hasta toda la vida no, porque ella, tatuaje en el seno izquierdo que se asoma bastante en su escote, dice que tiene 39, pero parece de diez más y la verdad es fea, fea, muy fea. Ah, pero lo hace divino.

Él llega a las cinco de la tarde al departamento de la hermana de ella. Viene de una comida, viene con copas. No se trajo el carro por eso del alcoholímetro, que dicen que este año está más duro que nunca. Mejor en metro, metrobús y taxi si es necesario. Nunca ha venido a la casa de la hermana de ella, aunque sí tiene la dirección y conoce el rumbo, encuentra la calle, el edificio, entra, sube dos pisos y toca a la puerta.

¿Quién? – preguntan desde dentro, y él se inquieta, porque
no reconoce la voz.

Quería ver si se encontraba … – y da el nombre de la hermana de ella.

No está – responde ella, que abre la puerta y con una sonrisa extraña,
añade -. Pero estoy yo.

Ella se ríe, él se desconcierta.

¿La quieres pasar a esperar? – pregunta ella, y él que quisiera
decir que no, termina diciendo:

Sí.

Ella lo pasa, le invita un café, un brandy, se sienta junto a él, a quien el recuerdo se le dispara: muchos años atrás, cuando tenía 17 e iba a buscar a la que él quería que fuera su novia, ese día en el departamento no estaba la pretendida, pero estaba la hermana. Hermana que de pronto lo besó, lo acarició, se lo llevó al cuarto, le bajó los pantalones y le pidió que entrara en su cuerpo que ofrecía con las caderas levantadas hacia él, que así, torpemente descubrió por primera vez qué era eso del sexo, no a solas, que de ese ya tenía experiencia, y mucha, sino del sexo acompañado, sexo de dos. Y hoy, de pronto. ¿Qué? El escote de ella que se abre, los muslos se asoman por la falda que se sube. Ya son tres brandys, más lo que ya se acumuló de la comida.

No creo que mi hermana venga – dice ella, que lo acuchilla a él, con la frase de -. Se fue con su novio.

Claro, la hermana de ella ya le dijo a él:

No quiero compromisos. Tú estás casado y yo tengo novio, que también está casado, pero que ya me prometió que se va a separar. Y en cuanto se separe … pero mientras sí quiero que sigamos juntos, cuando se pueda. Me gusta que me leas de los libros que compras y además lo hacemos bonito, ¿no?

Sí, sí, claro que lo hacemos bonito – piensa él, que a veces también piensa que le gustaría separarse y ahora sí vivir ya todo con esta mujer que le gusta, pero no, no le llena. Juntos todo el tiempo, pronto se acabaría la magia. No. ¿Pero por qué alguien tiene que llenar al otro? ¿Por qué no mejor se puede uno llenar con distintos pedacitos de muchas? Yo siempre quise que todo fuera con una sola mujer, pero eso es lo que yo he deseado y en la realidad no se ha podido, en la realidad …

Y en la realidad real de hoy, de pronto se descubre con la camisa abierta, los pantalones bajados y ella encima de él, en el sillón de la sala, con la botella de brandy que ya se acabó, y ella, que es fea, fea, muy fea, recorre con sus labios el pecho de él, haciéndolo que aúlle, se mueve para exprimirlo, para vaciarlo, y él siente que va cayendo al vacío desde una torre muy alta, la caída es larga, larga, larga hasta que llega a una alberca, donde entra al agua y se hunde, clímax, gozo, estallido de sensaciones atronadoras como hace mucho no, porque con la hermana de ella sí es bonito, pero esto es otra cosa, con la esposa también a veces es bonito, pero esto es otra cosa, otra cosa, otra cosa, otra cosa, ahhhhhhhhhhhhh.

La lengua de ella lo recorre a él que yace sobre el sillón en calidad de bulto, pero bulto que aunque no tiene el ímpetu para buscar una nueva acción, bulto que sí puede sentir y gozar, y hurga en la posibilidad de quedarse ahí para toda la eternidad. Si así fuera el paraíso …

Pero de pronto la conciencia. ¿Y si llega la hermana? Tengo que
llegar a casa. Se viste, se despide.

¿Te pongo mi celular en tu teléfono? – pregunta ella, que no espera respuesta, y él siente que es dueño de un tesoro, que de ahora en adelante le hablará a ella todas las veces que pueda y …


Pero el
teléfono de ella, quién sabe cómo, pero se le borra. Trata de conseguir el número con la hermana, que algo sospecha, pero se lo da. La busca a ella, no la encuentra. Pasan días, semanas. Finalmente la encuentra. El encuentro y … Quién sabe por qué no pasa lo que pasó la otra vez. Nuevo intento. Nuevo desencanto. Y él se pregunta: ¿Así será de fugaz el paraíso? Tal vez, se responde, mientras sigue viéndose ahí cada vez más espaciadamente con la hermana de ella y trata de volver a encender la llama de la pasión en casa.

contadores-compteur04.gif No.1
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musicaEl ENCANTO QUE LUBRICA

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Juan O’Gorman (1905 – 1982)
La ciudad de México
1949
Tempera / masonite
66.00 X 99.99 cm.
Museo de Arte Moderno. INBA. CONACULTA

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imgSÉPTIMO VIENTO: unos muertos dignos y rabiosos

imgOtro mundo, otra política

imgSEXTO VIENTO: Una otra digna rabia

imgQUINTO VIENTO: Una digna y femenina rabia.

imgMesa sobre La brutalidad Sexual del Poder y la Otra Sexualidad

imgCUARTO VIENTO: Una digna rabia organizada

imgTERCER VIENTO: Un digno y rabioso color de la tierra

imgMesa de la Otra Comunicación, la Otra Cultura

imgSEGUNDO VIENTO: Un digno y rabioso empeño

imgPRIMER VIENTO: Una digna juventud rabiosa

imgActo de Conmemoración al 15 aniversario del
levantamiento armado del EZLN

imgPalabras de Bienvenida del EZLN al Festival de la
Digna Rabia en Oventic

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imgComunicado del CCRI-CG del EZLN, Informando sobre los avances
organizativos del Festival.

imgEnglish version | Version française | Versione italiana

imgDeutsche version | Versión farsi

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imgComunicado del CCRI-CG del EZLN, Convocando al Primer Festival
Mundial de la Digna Rabia

imgEnglish version | Version française | Versione italiana


imgDeutsche version | Ελληνική Μετάφραση

img| Versión farsi |


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musicaComandanta Florencia
musicaSubcomandante Marcos
musicaComandante David
musicaPablo González Casanova
musicaPaulina Fernández
musicaJohn Berger
musicaCarlos González
musicaMarcos Roitman

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Los privilegios de la vista
Guerra
Israel • Palestina

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http://www.islamonline.net/English/In_Depth/GazaHolocaustMuseum/topic_01/25.shtml

pleca

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imgPedro Miguel img

Navegaciones


navegaciones@yahoo.comhttp://navegaciones.blogspot.com

■ Algunos de sus nombres

Annelies Marie Frank y Safa Ra’d Abu Saif
Annelies Marie Frank y Safa Ra’d Abu Saif

En estos días he enterrado, en un directorio del disco duro al que puse por nombre “Gaza”, 104 fotos de niños palestinos reventados. Las hallé en páginas electrónicas de diarios, revistas y canales de televisión. Son variadas: con o sin nombre, con o sin historia, en blanco y negro y a color, en primer plano o como panorámica enmarcada por tíos y abuelos desolados; descarnadamente forenses, la mayoría, e incrustadas de manera absurda entre noticias del rompimiento del protocolo de la Casa Real por la flamante ministra de Defensa de España (en una recepción oficial pantalones en vez de vestido largo), sobre la cosa del gas entre Rusia y la Unión Europea y sobre el suicidio del multimillonario alemán Adolf Merckle, quien debido a la crisis económica enfrentaba el grave riesgo de cambiar su automóvil automático por
uno de transmisión manual.

El 29 de diciembre recién pasado los hermanos Al-Absi (Sodqui, de cinco años; Ahmed, de 14, y Mohamed, de 12) murieron en el interior de su casa, en Rafah, por los efectos de un misil aire-tierra disparado desde una aeronave israelí. La misma suerte corrió ese día, en Jabaliya, Dena Ba’losha (cuatro años). Al día siguiente un proyectil semejante acabó con la vida de Lama y de Haya Talal Ramadán, dos hermanas de cuatro y 11 años que vivían en Beith Lahiya.

El mundo sigue su marcha, pese a todo: las corbatas Giorgio Armani se siguen vendiendo en las tiendas selectas y algunos dignatarios ilustres le exigen a Hamas que asuma su responsabilidad por la masacre y reivindican el derecho de Israel a la legítima defensa. El destacado filósofo André Glucksmann nos ilustra al respecto: “todos los conflictos son por naturaleza desproporcionados” y “si los adversarios llegaran a un acuerdo sobre el uso de sus medios y los fines que reivindican, dejarían de ser adversarios”. Así pues, no debe echarse mano, ante este episodio, del pensamiento incondicional y, antes de justificar o de aplaudir el asesinato de niños, es preciso examinar las condiciones específicas de cada caso. El problema de esa lógica es que, si bien en lo inmediato concede la razón a Ehud Olmert, a Tzipora Livni y a Ehud Barak, se la da también, en retrospectiva, a Adolf Hitler y a su gobierno en su desempeño ante el alzamiento del gueto de Varsovia. ¿No importa?

Cuando la invasión terrestre en gran escala se sumó a los bombardeos aéreos y navales de Gaza, Al Jazeera (la revista) consignó: “El segundo acto de la carnicería ha comenzado: un poder de fuego abrumador desde tanques, artillería y aviación está matando mujeres y niños en forma indiscriminada”. Hay razones para pensar que la masacre de inocentes empezó mucho antes. Por ejemplo, Safa Ra’d Abu Saif, de 12 años, murió el primero de marzo del año pasado (el mismo día en que Álvaro Uribe perpetraba una masacre en territorio ecuatoriano) en Jabaliya. La niña soñaba con estudiar leyes y dibujaba paisajes a lápiz porque no tenía dinero para comprar pinturas. Hacia las cuatro de la tarde escuchó explosiones, se asomó a la ventana de su casa y fue cazada por francotiradores israelíes. Un proyectil le perforó el pecho y le causó una hemorragia interna. “No puedo respirar”, se quejó la niña. La ambulancia de los paramédicos que pretendieron llegar hasta donde vivía Safa fue tiroteada por los soldados de Israel; con un camillero herido y las llantas reventadas, el vehículo se quedó a unos cientos de metros de la pequeña lesionada que agonizó durante tres horas. Quiero saber cómo eran sus dibujos. Algún día hallaré reproducciones, las imprimiré y las intercalaré entre las páginas del diario de Ana Frank.

Niños muertos de Gaza: en este mundo atenazado por los quebrantos millonarios y por la anorexia de Angelina Jolie, las partidas de ustedes no conmueven a los poderosos. Además la consternación y la rabia son de mal gusto y políticamente incorrectas: de nada sirve explicar que cuando uno repudia a un asesino no está descalificando, con ese acto, su afiliación religiosa, y que ante la comisión de un crimen resulta irrelevante que el criminal sea judío, musulmán, budista o cristiano. Dicen los que sí saben que ustedes, niños muertos, no son ni siquiera los árboles que no dejan ver el bosque de este conflicto sino, acaso, las hojas que no permiten apreciar las ramas: es decir, irrelevantes, anecdóticos y absolutamente colaterales. Y afirman que los carapintadas israelíes arrojan sobre ustedes misiles aire-tierra, bombas de racimo, munición naval, proyectiles de mortero, granadas y balas simples no por el gusto elemental de matar niños, sino porque quieren erradicar los ataques a Israel con cohetes Kassam lanzados desde la franja de Gaza.

Cuando tenía cinco meses de nacido, el bebé Mohammed Naser Al-Bura’i fue muerto en su cuna, una hora después de haber tomado el pecho materno, por los tripulantes de un cazabombardero F-16. Ocurrió la tarde del 27 de febrero de 2008, cuando los aviadores israelíes demolieron a bombazos una casa sospechosa de albergar terroristas y arrasaron, de paso, con la vivienda de la familia Al-Bura’i, situada enfrente. Un día después, el 28, en Jabaliya, Omar Hussein Dardouna, de 14 años, y dos amigos suyos cuyos nombres no encuentro, perdieron la vida cuando jugaban futbol, al ser alcanzados por misiles disparados desde un avión israelí de reconocimiento. Los cuerpos de los tres quedaron irreconocibles y otros menores resultaron heridos en el ataque.

Los defensores de Israel poseen helicópteros Apache con visores de visión nocturna, tanques Merkava dotados de cañones de 120 milímetros y cazabombarderos F-16 capaces de llevar, cada uno, una carga de explosivos de alta potencia equivalente al peso conjunto de 200 niños palestinos. 87 menores muertos, era el dato que presentaba la televisión francesa a comienzos de esta semana como resultado de los ataques israelíes sobre la franja de Gaza. 237 fallecimientos de niños, dijo Al Jazeera el miércoles. Ciento treinta y tantos, se ha afirmado por ahí. A ojo de buen cubero, un solo F-16 tiene la potencia suficiente para transportar todos esos cadáveres fuera de nuestra vista y lejos de nuestro desayuno. Y es que ustedes, infantes palestinos muertos, son incómodos, inquietantes, azarosos y tan indeseables como lo fueron mientras vivían. Rudeina, de cuatro años; Mu’sad, de 12 meses; Saleh, de cinco años; Salsabeel Maged Mohamed, de año y medio; Khaled Maher, de siete, asesinado en Nablus en 2004; Jakleen, de 17, muerta en Gaza de un tiro en la cabeza; pequeña Iman, descuartizada en Khan Yunes en 2001, cuando no había llegado a los cinco meses de vida; Hana (3), muerta en abril pasado en Gaza; Eyad (16), Belal (13), Amira (20 días de nacida), Ali Munir (7), bebé Malak, Salwa (14), Dena (4), Jawaher (8), Samer (12), Ekram (14) y Tahreer (16) Anwar Ba’losha, Huda Shalof (11 meses)… Faltan muchos nombres pero, sobre todo, faltan muchos niños.

El ejército israelí tiene aviones supersónicos y tanques con equipos electrónicos y submarinos y bombas atómicas y armas ultraprecisas y el mejor servicio de inteligencia del mundo, el cual tendría que explicar a los operarios de las armas las diferencias morfológicas entre un misil Kassam y un organismo humano en proceso de crecimiento. Ante ese poderío no hay nada que hacer cuando no se dispone de más armas de destrucción masiva ni de otros objetos punzocontundentes que un teclado de computadora. O sí: juntar y escribir, niños palestinos muertos, sus
nombres, algunos de sus nombres.

www.islamonline.net/English/In_Depth/GazaHolocaustMuseum/index.shtml

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http://www.jornada.unam.mx/2009/01/08/index.php?section=opinion&article=034o1soc


manoLA OBRA de hoymano

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ARTISTA manoEdward Weston
TITULO
mano Volver de Desnudo
TECNICA mano Impresión de gelatina de plata
MEDIDAS mano 9 3 / 8 pulgadas x 7 1 / 8 pulgadas (23,81 cm x 18,1 cm)
AÑO mano 1927

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Abracadabra
Silvio Rodríguez

§

Una mujer
por despecho o por placer,
enterró en un jardín
un coco seco mojado en carmín.
Luego un rival,
narcotraficando el mal,
escupía con ron
y alfilereaba un feliz corazón.

Yo no sé
cómo hay quien malversa la vida,
cómo hay quien invoca una herida,
como pueden gastar el amor.
Yo no sé.
Como si nos faltaran cadenas,
como si nos sobraran las cenas,
como si diera dicha el dolor.

Yo no sé
si el mal tiempo trae mala fe,
si la desesperación hace blanco
y se cierran los laicos colegios.
Si se vuelve al sortilegio
y aprendices de delfín
creen llegar a Merlín.

Yo no sé
si el mal tiempo trae mala fe.
Pero a mí lo que me embruja es volar
y hechizarme con tus sortilegios.
Soy brillante en tu colegio:
subo nota en el amor,
vuelo allí
como al sol
un colibrí.

Abracadabra,
curandera mi palabra,
todo mal pone bien,
sana del odio y vacuna también.
Abracadabra,
siga la pata en su cabra,
girasol, alhelí,
la mariposa besó al colibrí.

•Gracias por tu visita , te esperamos pronto•
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